Sitio creado en 2010. Blog que dejara disponible discos y grabaciones de música chilena, registros realizados en Chile o ediciones chilenas de música grabada en el mundo, en ediciones que estén descatalogados, fuera de venta o inéditas en Chile. El material publicado esta disponible previamente en Internet. Si alguien desea que saquemos el post de algún material, nos lo solicita y procederemos. Sitio de difusión artístico y cultural, sin fines de lucro.
lunes, 31 de enero de 2022
René Inostroza: En la Huella. KEIA-1990.Sony Music Chile. 1991. Chile
lunes, 24 de enero de 2022
Orlando Sánchez & Amigos: Antijazz. 2011. Chile
lunes, 17 de enero de 2022
Jorge González en Festival Vive Latino Chile 2007. Transmisión Radio Rock & Pop. Chile
En la década de 2000 aparecieron los reproductores de MP3, pequeños equipos portátiles que permitían almacenar y reproducir varios minutos de música en formato en mp3, mas tener acceso a escuchar radio, y grabar las transmisiones radiales que uno iba captando. Esos pequeños equipos las grabaciones las hacía en mono, pero servía para dejar un respaldo de lo que se iba escuchando. Y el año 2007 mi hermano menor Ricardo Tapia, de por entonces 15 años me hizo el favor de grabar algunas presentaciones del Festival Vive Latino realizado en el Club Hípico el 15 de abril de 2007 y que fue transmitido en directo por radio Rock and Pop 94.5 de Santiago.
15 años mas tarde doy con el CD donde archivé las grabaciones que hizo mi hermano, hoy de 30 años, subí la resolución de la grabación y le hice un pequeño trabajo para simular sonido Stereo de la grabación mono original a 128 kbps para escuchar la presentación de Jorge González , época en el cual reiniciaba su carrera solista, alcanzando en aquella época el reconocimiento que para todos hoy ya está dado: Uno de los grandes cantautores chilenos del siglo XX, con una visión musical y artística que sobrepasa estilos y tendencias musicales.
Desde hace tiempo que en sectores “conocedores” del rock chileno se lee cierta crítica y reticencia a Los Prisioneros, y a Jorge González, por su aporte al “rock chileno” y sobre la importancia de ellos (él) dentro de la historia de esta tendencia musical en Chile. El tema es otro, la importancia de Los Prisioneros y de Jorge la otorgó el público desde hace años, público alejado de las academias y de los grupos de estudiosos del rock chileno, reconocimiento que ya lleva mas de 30 años, y al cual recién la academia se ha acercado en los últimos 10 años. No es culpa de Los Prisionero ni de Jorge que el público no conozca a los grandes procederes anónimos del rock nacional; y la amargura de las líneas no debería pasar mas allá. Por último, el aporte de Jorge y de Los Prisioneros va mas allá del rock nacional, pasando a ser un aporte transversal a la música popular chilena del Siglo XX.
El Festival Vive Latino es un proyecto que nació en México el año 1998 y el año 2007 se hizo la primera y única experiencia hasta el momento de exportar el Festival, realizándolo en Chile, en el Club Hípico juntando principalmente músicos chilenos y argentinos que se distribuyeron en 3 escenarios
La presentación de Jorge en aquella noche estuvo dividida en 3 partes, 1ro acompañado por Vicente Sanfuentes, Gonzalo Yáñez y un Cuarteto de Cuerdas, posteriormente una sección solo acompañado por su guitarra eléctrica y para el final interpretó algunas canciones junto a Los Bunkers.
Una presentación maciza, tal vez si dejamos afuera las pequeñas descoordinaciones de tren al sur y esa voz que no es de mi agrado de Yáñez.
Para mas detalles les dejo la crónica que publicó en un suplemento especial la Revista Rolling Stone sobre el Festival, donde se incluyeron esas líneas de la presentación de Jorge mas las fotografías que les comparto el día de hoy (Realizadas por Karen Kreutzberger)
lunes, 10 de enero de 2022
Los Cuatro Cuartos: ¡Al séptimo de línea!. CMS-2400. RCA Víctor. 1966. Chile
Y para poder cumplir con esa tarea le pedí ayuda a Jorge Rica, paciente colaborador del blog, quién me compartió su disco y digitalización.
Para entrar en mas detalles sobre este disco, no hay nada mejor que compartir parte de la autobiografía de Willy Bascuñán “Tiempo y Camino”, un excelente y revelador libro para conocer la vida de este importante compositor de la música popular chilena.
Ahí Bascuñán dice lo sgte:
"Hacía tiempo que me daba vueltas la idea de crear una obra integral sobre la Guerra del Pacífico. Había anticipado esto ya con esas dos canciones de nuestro primer álbum, “El Manco Amengual” y “La batalla de La Concepción”. Pensando en esta idea fue que, por esos días, ya de vuelta de la gira al extranjero, compuse “La Toma del Morro”.
Después, al inscribir todas las canciones del álbum en el Derecho de Autor, le adjudiqué la letra a Jorge Inostrosa. Aclaro esto solo por seguir la historia tal cual. Me di cuenta de que no iba a ser fácil escribir el resto de los temas, ya que mis conocimientos históricos a la fecha no me respaldaban como para acometer dicha empresa. De pronto, pensé: ¿Y si involucro a Inostrosa en esta idea? No bien pensarlo, asumí lo descabellado que era, pues el personaje en cuestión era un hombre destacado y la propuesta vendría de un perfecto desconocido en el ámbito de la creación y más aún de la historia.
Pero a medida que digería esta opción, consideré que lo peor que podía suceder era que no ocurriese nada y, en ese caso, seguiría tratando de consolidar la obra, pero haciendo uso de otros medios.
Me armé de valor, averigüé dónde trabajaba el escritor e hice una llamada a la Empresa Zigzag. Sin que me diese tiempo a arrepentirme, me encontré hablando con una secretaria, la que gentilmente, después de escuchar quién era (pienso que el nombre de Los Cuatro Cuartos pesó de alguna forma), agendó mi visita para un miércoles en la tarde en las oficinas de la empresa, la que quedaba en Avenida Santa María, muy cerca de Pío Nono, en Santiago. Esto debe haber sido como a fines de septiembre de ese año 1965.
Con mis ilusiones y nervios, llegué esa tarde 10 minutos antes de las 16.00 horas (mal hábito que conservamos los marinos). ¡Iba a conocer a quien había desbordado mi imaginación a través de su obra Adiós al 7° de Línea! Ni siquiera una audiencia con el Papa me hubiese exultado tanto.
Al entrar al edificio y preguntar por él, me condujeron frente a una oficina que se encontraba en el primer piso. Allí, la persona que me acompañaba me franqueó la puerta, indicándome que no hiciese ruido. Entré cuidadosamente. La habitación, que a pesar del tiempo aún me parece verla, era de regulares dimensiones. Lo primero que observé fue a una mecanógrafa que tecleaba su máquina de escribir sobre un gran escritorio atiborrado de papeles y a un señor de rostro rubicundo y de regular estatura que usaba unos gruesos anteojos, mientras dictaba sin cesar, paseándose de un lado a otro. Sin dejar de hacer lo suyo, me hizo una seña para que tomase asiento en un añoso sofá de cuero, donde quedé tratando de hacerme invisible y que no se escuchase siquiera mi respiración. Las frases y las ideas le brotaban ininterrumpidamente, mientras se permitía de vez en cuando aspirar su cigarrillo. En ese mágico momento asistía a la creación de una parte de la novela Los Húsares Trágicos.
Junto con terminar su cigarro, despachó a su escribiente y me invitó a tomar asiento frente al escritorio. Nos saludamos y dijo:
–Usted dirá en qué puedo serle útil.
Era el momento de enfrentar ese gran salto sin red ni protección alguna. Después de presentarme, decirle quién era y declararme un ferviente admirador de su obra, le expliqué lo mejor que pude la tarea que pensaba acometer y que mi intención era solicitarle me ilustrase sobre aquellos temas que considerara más pertinentes para crear estas canciones. Se echó hacia atrás en su sillón, encendió otro cigarrillo, no sin antes ofrecerme uno, cosa que estuve a punto de aceptar a pesar de que no fumaba. En ese momento yo sentía un nudo en el estómago que se apretaba y apretaba cada vez más.
–¿Sabes chiquillo? Resulta que soy medio poeta y podría escribirte las letras.
¡No lo podía creer!
Estaba frente al gran Jorge Inostrosa, creador de tantos pasajes que me habían deslumbrado. Y ahora, accedía no solo a ayudarme, sino que a escribir los textos.
Sellamos este acuerdo con un apretón de manos, no sin antes pedirle el número del teléfono de su casa; craso error de él fue dármelo, pues tendría a futuro que soportar un montón de llamados míos recordándole nuestro acuerdo y apurándolo en el trabajo.
Nunca había compuesto sobre letras de otros autores, pero me dije que tendría que hacerlo a como diese lugar.
Salí de esa entrevista lleno de ideas y con inmensas ganas de trabajar lo más pronto posible en el proyecto. Apenas pude, le conté todo esto al Chino, a quien no le disgustó en absoluto la idea; y de paso, aproveché de mostrarle “La Toma del Morro”.
No solo debía lograr la participación de Inostrosa, sino además había que venderle el proyecto al resto de mis compañeros y, sobre todo, al Chino, nuestro director. Tenía que ir armando el puzle con tiento y cuidado. (…)
–Hola, don Jorge, soy yo... Lo llamaba por lo de las letras...
Estas llamadas se sucedieron no una, sino que varias veces, hasta que un día (a lo mejor vencido por el cansancio) escuché del otro lado del aparato:
–Vente mañana a mi oficina para entregártelas...
Allí estuve, puntual como siempre.
–Mira –me dijo, mientras me alcanzaba un montón de papeles–, cambia los versos, acomódalos como mejor te plazcan para que puedas calzar tu música. Pero esta... esta debe ser una marcha, la que, como ves, narra el regreso del Perú de nuestros soldados. Los viejos estandartes.
Me comprometí a que así sería y que ese tema en particular tendría ritmo de marcha. El resto de las otras canciones las iría acomodando según me pareciese.
Lamento no haber conservado esos papeles con el logo de Zig Zag, todos tachados a medida que avanzaba en la composición de los temas y ajustaba las letras. Recuerdo que esa vez que me reuní con Inostrosa no me entregó la totalidad de las letras. Pero, a fines de octubre, mientras actuábamos en el casino de Viña y encontrándose él como espectador en la boîte, le cantamos un par de canciones que ya habíamos montado. La cara de Jorge lo decía todo.
Estaba fascinado.
A la semana siguiente, me hizo llegar el resto de los temas.
Mientras tanto, seguíamos dándole duro a los ensayos a medida que iban apareciendo las composiciones.
Aquí hay un punto que me parece importante. Los Cuatro Cuartos éramos un grupo de corte folclórico que cantábamos cachimbos, trotes, refalosas, tonadas, cuecas, aires; en fin, quiero decir con esto que mientras no me apartase de allí las cosas andarían bien.
Cuando le comenté al Chino que debíamos hacer una marcha... Ahí frunció el ceño. Me di cuenta que la cosa no iba a ser tan fácil. Ya me había hecho cambiar la música de “Leonora Latorre”, pues la encontraba demasiado melódica. Lo hice porque era disciplinado, pero creo que esa melodía en cuestión era mucho más bonita que la que hoy se conoce. Pero la dichosa marcha se iba quedando, quedando... quedando...
A todo esto, en diciembre de ese año, ya la prensa publicaba sobre el trabajo que estábamos realizando y se iba generando un marcado interés por saber qué diablos haríamos.
Habíamos firmado con la RCA, después de la breve aventura en Polydor, y esta obra sería nuestro gran debut como nuevos artistas del sello grabador. Recuerdo los calores de ese verano en casa de la mamá de Paz, doña Teresa Besa, quien fue mi primera profesora de canto. Aguantando más de 30 grados allí en la calle Vaticano, ensayábamos y ensayábamos...
No fuimos al Festival de Viña ese verano del 66, principalmente por estar enfrascados en montar los temas de lo que sería nuestra nueva producción. Hernán Serrano, nuevo y flamante director artístico de la RCA, había decidido, con muy buen ojo, que este sería el primer disco estéreo grabado en Chile; y nuestro ingeniero de sonido habría de ser Luis Torrejón, a quien rindo un homenaje en estas páginas por todo y lo mucho que ha hecho desde las perillas por la música chilena.
Todo pintaba bien, pero... la marcha no convencía al Chino. Le di muchas, pero muchas vueltas, y llegué un día al ensayo con un disco de marchas grabado por una banda del ejército.
–Mira –le dije al Chino–; ponlo, por favor. Lo tomó y dejó caer la aguja suavemente sobre el LP. Comenzó a sonar entonces una marcha en el tocadiscos. Me quedó mirando como diciendo ¿Y...?
–¡Ahí está la cosa...! –dije con convencimiento– Nosotros, que hacemos tanta onomatopeya en nuestras canciones, debiésemos emular el instrumento con las voces. ¡Fue como inventar la pólvora! El Chino, aunque las ideas no se le ocurriesen a él, sabía cuándo algo era acertado, por lo que se sentó al piano y me pidió que le fuese cantando el tema... Bam, baparapapán, baparapapán, pan pan panpanpararanpanpanpanpán pa...
Por esas fechas, marzo de 1966, yo tenía una preocupación quizás más importante todavía.
¡Me casaría con mi linda novia! Y, por lo tanto, andábamos en la compra de los muebles de nuestra futura casa. En la calle Villavicencio, detrás de lo que fue el Diego Portales, tenía su tienda de muebles el “Chino” Huerta, con quien nos hicimos medio amigotes por tener gente conocida en común. A él le compramos el comedor y el dormitorio, todo en encina, una maravilla de muebles, los que hasta hoy día se conservan súper bien.
Allí, precisamente, conocí a Rodolfo Campodónico (nota de dnch, pueden ver mas detalles de este artista en https://artedelaargentina.com/disciplinas/artista/pintura/rodolfo-campodonico y en https://www.facebook.com/Rodolfo-Campodonico-155356491293396/) , un argentino artista en todo el sentido de la palabra que ayudaba a mi amigo en los diseños y donde hiciese falta, pues el pobre no tenía ni uno. De un principio, me cayó bien, porque además pintaba muy lindo y le encantaba el folclore.
Yo, en vista que me casaba y que en el departamento de Providencia con suerte entraba una sola persona, sabía que tenía que mudarme y pronto, por lo que me había ido a vivir esos meses previos a mi casamiento con mi papá, ya retirado y casado ahora con la tía Pitty. Ellos vivían en pleno centro, en un edificio de departamentos en Valentín Letelier.
Un día que llegué a lo de los muebles, me encuentro con mi amigo argentino muy bajoneado, pues se había peleado con el “Chino” Huerta y, por orgullo personal, debía irse.
Esas cosas que de joven te conmueven me hicieron llamar a mi pobre viejo e instalar a Campodónico también en su departamento, donde permaneció por cerca de un mes.
Bueno, él fue quien realizaría la carátula del disco Al 7° de Línea. ¡Ese caballo impresionante con los jinetes detrás!
Después, le perdería la pista a este buen amigo y mejor artista.
El día 11 de mayo de 1966 fuimos a entregar al presidente Eduardo Frei Montalva nuestro flamante trabajo a su despacho en La Moneda. Fue un hermoso acontecimiento del cual informaron todos los medios.
Vivía, sin poder dimensionarlo, mis más preciados y significativos momentos. Pienso que mis compañeros tampoco se daban cuenta de lo que nos sucedía. Para todos, Al 7° de Línea era un trabajo más y lo único que deseábamos era que tuviese una buena acogida. Pero nunca nos imaginamos el tremendo éxito que tendría ni la permanencia en el tiempo de esta obra en particular. Allí, en ese momento, por una extraña paradoja del destino, concurrían las personas precisas, las únicas que podían haber realizado esto. ¡No sobraba ninguno!."
Al buscar mas información en la revista Ecrán, en el ejemplar del 6 de Mayo de 1966 aparece una nota sobre el nuevo disco, en donde el dato que agregan es que el tema “la novia de mi capitán” está basada en el poema “el adiós”, con que el capitán Rafael Torreblanca se despidiera de su novia, Clementina Cobo, antes de morir; aunque por lo visto mas detalles de cada uno de los temas fueron incorporados en un inserto que traía la 1ra edición de este disco.
Una excelente obra que les compartimos el día de hoy:
00:00 Lado A:
00:00 1. Los juramentados de Atacama - Canción de soldados
02:28 2. A través de la pampa - Marcha de camino
03:53 3. Romance de Leonora Latorre - Canción
06:35 4. Los chinos de Cerro Azul - Refalosa
09:00 5. Cazadores del desierto - Canción de caballería
12:08 6. La toma del Morro - Canción cachimbo
14:07 Lado B:
14:12 1. Los viejos estandartes - Marcha
16:08 2. Los boteros de Iquique - Lamento marinero
18:59 3. El enganche de los puetas - Trote
21:39 4. Batallones olvidados - Cachimbo triste
24:18 5. La novia de mi capitán - Canción
26:29 6. Las bombachas coloradas - Cachimbo
Letra: Jorge Inostrosa
Música: Guillermo Bascuñán
Arreglos: Luis Enrique Urquidi
lunes, 3 de enero de 2022
Rodolfo Soto y Ariel Arancibia Presentan: El Mago Musical. CMS-2195. RCA Víctor. 1963. Chile
Hace aproximadamente 5 años con Don Pedro Lazo desde Estocolmo, a causa de este blog, comenzamos a tener una conversación por e-mail sobre discos y grabaciones de música chilena. En una de esas conversaciones apareció este disco, y era algo que le llamó a él la atención y que para mi también resultó una sorpresa mayúscula: ¡¡¡Un disco chileno publicado en Stereo en 1963!!!, antes del “Al Séptimo de Línea” (1966) de los Cuatro Cuartos considerado dentro de la historia oficial como el primer LP en Stereo publicado en Chile.
Se trataba de un LP publicado con ocasión de los espectáculos que se presentaban previamente a los partidos entre la Universidad de Chile y la Universidad Católica; los llamados “Clásicos Universitarios”, una expresión artística única a nivel mundial y que estuvo vigente casi por 4 décadas. Mas antecedentes sobre este tipo de espectáculos lo pueden encontrar en el libro de Osvaldo Obregón sobre el tema, o en el texto del mismo autor que se incluyó en la página 99 de esta revista Araucaria. También pueden leer un testimonio de Rodolfo Soto sobre los clásicos en este texto.
¿A qué se debe que este disco no haya permanecido dentro de la memoria como el 1er disco en Stereo?. Pedro Lazo tiene la teoría que esto se debe a que el Gerente de la RCA que publicó el disco de los Cuatro Cuartos, Hernán Serrano, era nuevo en la compañía y no necesariamente tenía que saber lo hitos que previamente tenía el sello. Otra explicación puede ir por la temática del disco, que solo se podía entender por quienes habían ido a esa fecha del clásico. Una temática de muy corto plazo y que se perdió en la memoria de todos a través del tiempo. Para ver otros discos publicados con motivo de los clásicos universitarios pueden ver esta publicación.
Sobre esta fecha del clásico (15 de Agosto de 1963, marcador final 3 a 3) pueden ver estas imágenes en donde pueden observar casi a la mitad del video que se está presentando un espectáculo relativo a la temática de las canciones que ofrece el disco.
Si ven la contraportada del disco pueden darse cuenta que incluye una selección de lo más granado de la música popular de aquella época, incluyendo a Ricardo García. Los arreglos son de primer nivel y la grabación destaca de forma fuerte la utilización el Stereo, con separación clara de canales, más unos paneos para poder distinguir como el sonido viaja entre un parlante y otro.
Gracias a Pedro Lazo por enviarme el disco en Marzo del 2016 y por hacer las gestiones para que Luis Concha, propietario del disco y encargado del blog http://lcaradioycine.blogspot.se/, nos diera la autorización para compartir este LP, que fue traspasado a digital por Pedro Soto. Y disculpen por demorarme casi 5 años en publicar este material que derriba ciertos “mitos” en el desarrollo de la industria musical chilena.
jueves, 30 de diciembre de 2021
Lo Mejor de la Música Tropical. RCA 100 años de Música. CD 2 . BMG. 2003. Chile
Cerramos el año 2021 con el 2do CD de esta compilación producida en México con una selección de música tropical grabada en ese país a mediados del siglo XX por músicos de diversas latitudes, producción que también fue editada en Chile en su oportunidad y por eso cumple el requisito de poder ser publicado en este blog.
Pero en este caso también hay otra regla que cumple este disco: Hay una composición de un chileno. El tema "el velerito" es del compositor chileno Jaime Atria y es interpretado por las Hermanas Moya junto a la Orquesta de Pérez Prado en una grabación realizada en 1952, una composición de 1950 aproximadamente y de cual también hay un registro de época realizado por "Los Quincheros" (no confundir con Los Huasos Quincheros por favor, ya lo hemos explicado antes). A principios de la década de 1950 Dámaso Pérez Prado llegó a Chile a interpretar su repertorio pero vino sin orquesta y ahí reclutó a una serie de músicos chilenos para hacer sus presentaciones en el páis. Tal vez ahí conoció esta canción que posteriormente se llevó a México.
Para terminar el post y aprovechando que es fin de año, gracias a los que se pasean por acá y revisan este juego de ir descubriendo música, de ir descubriendo sonidos, discos. El tiempo escaseó este año y esa es la razón la poca cantidad de post que se hizo este 2021, pero por mientras se pueda seguiré jugando este juego. Gracias a los que aportan, y disculpen si no postié todo lo que que mandaron pero de repente me vuelo y al tiempo vengo a descubrir que dejé material en el tintero. Es el problema de mi déficit atencional y que me pierdo en el tiempo y el espacio con lo que hay que publicar.
Listado de temas:
00:00 1. Pachito e ché (Alejandro Tovar) – Benny Moré con la Orquesta de Pérez Prado
03:31 2. Corazón de melón (Carlos Rigual) – Hermanos Rigual con la Orquesta de Chucho Ferrer
05:29 3. Shampoo de cariño (Pepe Delgado) – Son Clave de Oro
08:30 4. El baile del pingüino (Ernesto Duarte Brito) – Tito Puente y su Orquesta
11:10 5. Anna (El Negro Zumbón) (F. Giordano – Roman Patro) – Pérez Prado y su Orquesta
14:47 6. Taxi 0 39 (Alejandro Durán) – Carmencita Pernet. Arreglos y Dirección: Rafael de Paz
17:36 7. Ven Bernabé (Santiago Ortega) – Leo Soto con el Conjunto de Luis González Pérez
20:09 8. La cumbancha (Agustín Lara) – Conjunto Los Cariñosos
22:44 9. Encantado de la vida (Justi Barreto) – Benny Moré a dúo con Lalo Montane y su Conjunto
25:54 10 El velerito (Jaime Atria) – Hermanas Montoya con la Orquesta de Pérez Prado
29:04 11. El son de la loma (Miguel Matamoros) – Danzonera Mandinga de Luis González Pérez
31:21 12. Linda cubana (Chamaco Domínguez) – Chamaco Domínguez y su Conjunto
34:42 13. Puntillita (Felix Cardenas) – Fellove. Arreglos y Dirección: Memo Salamanca
37:30 14. Pepe (D. Lamaitre) – Hermanas Navarro con la Orquesta de Rafael de Paz
40:47 15. Mi Cafetal (Crecencio Salcedo) – Tony Camargo con la Orquesta de Rafael de Paz
43:33 16. Los aretes de la luna (José Dolores Quiñones) – Emilio Domínguez
46:22 17. El yerbero moderno (Nestor Milli) – Luis Demetrio y Leo Soto con el Conjunto de Luis González Pérez
49:16 18. Llegó el lechero (J. Puente Guerrero) – Gamboa Ceballos y Su Orquesta
51:50 19. La sitiera (Rafael López) Lobo y Melón y Su Conjunto
54:49 20. Dónde están los rumberos (Mercedes González) – Bienvenido Granda con la Sonora Matancera
lunes, 27 de diciembre de 2021
Lo Mejor de la Música Tropical. RCA 100 años de Música. CD 1 . BMG. 2003. Chile
El año 2001 la RCA Mexicana celebró los 100 años de la creación de la empresa Victor Talking Machine Company que con el tiempo sería comprada por la RCA dando origen a la RCA Víctor; es decir el centenario del origen del sello RCA, que ya al año 2001 había sido absorbida por el sello BMG, y que actualmente (2021) pertenece al sello Sony Music.
Esta celebración dio origen a una colección abundante de material de catálogo registrado principalmente en México, algunos de cuyos títulos fueron editados por el sello BMG en Chile; y este CD que les comparto es uno de esos. Este ejemplar está dedicado a una selección de música tropical grabada en los estudios de la RCA mexicana a mediados del siglo XX, y que alcanzaron fuerte difusión en México y un poco menos efusivamente en otras latitudes de Latinoamérica.
No tengo claridad que grado de difusión alcanzaron estas grabaciones en Chile en su época, o si este repertorio fue regrabado por músicos chilenos para el medio local, pero la calidad de las grabaciones y de las interpretaciones hace que valga la pena escuchar y descubrir estos registros históricos.
Este disco ya está disponible en las plataformas de streaming, pero creo que aún así vale la pena compartirlo ya que la información del arte, mas el detalle de las orquestas y el año de grabación no se incorporan en esos espacios de escucha musical.
Listado de Temas:
00:00 1. El caballo y la montura (Miguel Pozo) – Son Clave de Oro
03:25 2. La última noche (Collazo) – Conjunto Casino
06:54 3. El gallo tuerto (José Barrios) – Luis Carlos Meyer con la Orquesta de Rafael de Paz
09:44 4. Me lo dijo Adela (Otilio del Portal) – Tito Rodríguez con su Orquesta
12:40 5. Nena (Manuel Jiménez) – Cuarteto de Manuel Jiménez
16:05 6. Babarabatiri (Antar Daly Suarez) – Benny Moré con la Orquesta de Pérez Prado
18:34 7. Linda mujer (Tercero- Duchosno) – El Negrito Chevalier con la Orquesta de Chamaco Domínguez
21:04 8. La mucura (Toño Fuentes) – Trío Urquiza
24:11 9. Un meneíto na’ma (Margarita Guerra)- Son Clave de Oro
27:38 10. Oyeme mamá (Facundo Rivero) – Facundo Rivero y su conjunto
30:23 11. Ki ki ri ki (Rudy Calzado) – Enrique Jorrín y su Orquesta
32:55 12. Micaela (Luis Carlos Meyer) – Luis Carlos Meyer y la Orquesta de Rafael de Paz
35:45 13. Al compás del mambo (Pérez Prado) – Pérez Prado y su Orquesta
38:13 14. Penita contigo (Rafael Ballumba) – Hermanas Montoya y la Orquesta de Luis Arcaraz
40:25 15. Jugando mamá jugando (Rafael Hernández) – Daniel Santos y su Orquesta
43:16 16. En el mar (Osvaldo Farrés) – Luis Demetrio y Leo Soto con el Conjunto de Luis González Pérez
45:38 17. El hombre aparecido (Víctor Cavalli) – Tony Camargo
48:17 18. Mambeando (Rafael Ballumba) – Kiko Mendive con el Conjunto Sensación
50:26 19. Jugando poker y sorbiendo ron (Wello Rivas) – Los Magos
53:04 20. Déjala dar contra el suelo (Daniel Santos) – Daniel Santos con la Sonora Matancera
jueves, 23 de diciembre de 2021
Cultrera, Espinoza & Cía: Navidad Jazz (Navi Jazz) . 2007. Chile
Independiente de cual sea tu opinión, hay que reconocer que en Chile han existido grandes músicos que han tomado al jazz como su arma expresiva, y en este disco grabado y publicado el año 2007 se reúnen por lo menos un par de generaciones de esos interpretes. Por un lado Giovanni Cultrera una leyenda viviente del jazz chileno, Alfredo Espinoza uno de los mejores músicos de Jazz que ha dado Chile, y en la voz y guitarra Camila Meza que por aquellos años con su juventud hacía una fuerte presencia en los escenarios acompañada por músicos mucho mayores a ella.
Sobre esos primeros años de Camila Meza es bueno leer esta entrevista realizada por Iñigo Díaz, y para comprender la visión del ambiente por este disco que escuchamos, también es bueno leer este comentario realizado por el mismo periodista.
Si ven la portada del CD dice claramente el nombre Navi Jazz, y esta edición se vendió en kioskos a principios de la década de 2010; pero al buscar datos históricos de esta grabación di que el nombre original era Navidad Jazz y contenía otra portada; y que la misma agrupación dirigida por Cultrera y Espinoza grabaron posteriormente el año 2010 un disco llamado Navi Jazz que contiene otras grabaciones distintas al disco que escuchamos el día de hoy.
Listado de temas:
00:00 1. Sleigh ride (Leroy Anderson – Mitchell Parsisch)
03:46 2. I believe (F. Sinatra)
06:53 3. Santa baby (J. Javits – P. Springer)
10:15 4. It came upon a midnight clear (Edmund Hamilton Sears, 1849)
14:08 5. I've got my love to keep me warm (Irving Berling)
17:55 6. Christmas is... (Maxwell/Faith)
22:55 7. Christmas blues (Cahn/Holt)
27:35 8. Zat' you Sta. Claus (Jack Fox)
30:51 9. Christmas in New Orleans (Shermann/ Van Winkle)
33:57 10. Mistletoe & Holly (Henry Sanicola – Don Standford – Frank Sinatra)
38:59 11. Silver bells (Ray Evans and Jay Livingston)
41:53 12. The Christmas song (Mel Tormé – Roberts Wells)
lunes, 20 de diciembre de 2021
Navidad Chilena. PEFA-1002. Comercial e Industrial Fonográfica P.V. 2013.Chile
Hace 10 años aproximadamente Pedro Valdebenito, dueño de los masters del antiguo sello RCA Chile - IRT, comenzó a vender en los kioskos unos CD-R con distintos registros del catálogo que es dueño, y entre esos discos está este CD que contiene registros de diversos intérpretes, grabados en distintas épocas y también con dispar calidad artística dedicado a la navidad.
La selección musical esta centrada fuertemente en repertorio grabado por conjuntos de música folklórica; así que son varios los temas e intérpretes por descubrir y reconocer en este disco.
Listado de temas:
00:00 1. Villancico tradicional (Tradicional) – Los Pirquineros
02:14 2. El burrito blanco (Nelly Luco Valenzuela – Orlando Muñoz) – Los Cuatro de Chile
04:32 3. Arrurrú (Folklore – Recop. Conjunto Cuncumén) – Los de Santiago
06:33 4. Villancico de Santa Cruz (Raúl de Ramón García) – Los de Ramón
09:09 5. Llegó Navidad (Haroldo Roach Medina) – Ginette Acevedo
11:05 6. Vamos a Belén (Folklore – Recop. Margot Loyola Palacios) – Margot Loyola
13:51 7. Niños, niños (Enrique Molina Leiva) – Huentelauquén
16:36 8. En el portal de Belén (Folklore – Recop. Huentelauquén) – Huentelauquén
19:25 9. Trotecito de Navidad (Rolando Alarcón Soto) – Rolando Alarcón
21:49 10. Navideña (Blen Castonera) – Guadalupe del Carmen
23:37 11. Burrito de Toconao (Clara Solovera Cortés) – Los Chenitas
25:54 12. Jingle Bells – Cannon
27:55 13. Nochebuena – Dúo Rey Silva
31:35 14. Noche de Paz – Coro San Antonio
34:37 15. Pastores nació – Coro Mágico
jueves, 2 de diciembre de 2021
Los Huasos De Algarrobal: Tradición y Tonada. SLDC-36886. 1974. Chile
Para el año 1974 Los Huasos de Algarrobal tuvieron que cambiar de sello desde Polydor a la Emi Odeón en donde publican su primer LP para este sello, y en cual les comparto el día de hoy. El cambio en la sonoridad del grupo en relación a lo que escuchamos en el post anterior es notoria. Primero un cambio radical de integrantes y por otro lado un sonido mas cercano a Los Huasos Quincheros, por aquellos años representantes oficiales de “la chilenidad” bajo la naciente dictadura.
En este disco hay varios temas originales, y otros que se acercan al repertorio tradicional de la música típica, todo amalgamado por un conjunto de guitarras con unas cuerdas no tan virtuosas, y unas voces correctas que no hacen un aporte distintivo del tipo de repertorio que se interpreta.
En este disco Los Huasos de Algarrobal son: Antonio Antoncich, Gonzalo Jiménez, Eugenio Rengifo y Cristián Donoso.
Listado de temas:
00:00 Lado A:
00:02 1. Ay, ay, ay – canción (Osmán Pérez Freire)
03:12 2. Oiga, suegra – tonada (Antonio Antoncich)
05:42 3. Viene un niño – canción (Eugenio Rengifo)
08:44 4. Canta – estilo (Francisco Flores del Campo)
11:13 5. A tu recuerdo – tonada (Sergio Sauvalle)
14:07 6. La pomairina – cueca (Loyola – Miranda)
15:55 Lado B:
16:00 1. Pregón del diarero – tonada (Sergio Sauvalle)
18:18 2. Tengo por eso vengo – estilo (Francisco Flores del Campo)
21:22 3. Canción de la Artillería (Germán Becker – Eugenio Rengifo)
23:44 4. Corre el anillo – tonada (Eugenio Rengifo – Germán Becker)
27:13 5. Sauce llorón – tonada (Jorge Burgos)
30:13 6. El volantín – cueca (Loyola – Miranda)
lunes, 29 de noviembre de 2021
Los Huasos de Algarrobal: Poeta Campanero. 2405 001. Polydor. 1970. Chile
jueves, 25 de noviembre de 2021
Quilapayún: La Revolution et les Étoiles. SRMC 6034. Si-Wan Records. 1997. Corea
Este disco editado el año 1982 en Francia, inédito en Chile, es uno de los discos fundamentales del conjunto Quilapayún debido a la gran cantidad de inflexiones que se condensan en este trabajo y que marca la vida de los últimos años de exilio de esta agrupación. Desde el año 1979 el conjunto había ido mostrando un trabajo que cada vez se mantenía menos por las actividades de la Solidaridad con Chile y que por lo tanto debía hacer frente con un concepto mucho mas desarrollado a una demanda de un público francés y europeo en un ambiente cultural donde las propuestas artísticas son innumerables; por otra parte el año 1979 se había concretado el encuentro con Roberto Matta, pintor surrealista chileno y uno de los motores fundamentales para descubrir el concepto de La revolución Y Las Estrellas. Además desde fines de los 70 se había desarrollado una separación profunda con el Partido Comunista en el exilio, tanto por las condiciones que los músicos chilenos veían que existían en los países comunistas, que se alejaban profundamente de las esferas democráticas y de libre creación, y no eran mas que dictaduras pero desde el otro extremo; por las posturas extremas, incluidas la lucha armada, que estaba tomando el Partido como vías para acabar con la dictadura, y por las cada vez menos ventajosas relaciones que tenían los músicos chilenos con el sello DICAP y con todo el aparataje cultural del Partido Comunista en el exilio. Esto último se traduce en que este disco es el primero editado por el Conjunto Quilapayún fuera el alero del sello Dicap, y es el primero editado exclusivamente bajo la etiqueta de Pathe Marconi- Emi Francia.
No estamos acá para hacer un desarrollo detallado de estos conceptos, cuando todos están disponibles en internet a través del libro La revolución y Las estrellas de Eduardo Carrasco en donde pueden ver el detalle de cada etapa de la vida del conjunto, pero de todas formas les recomiendo leer la parte dedicada exclusivamente al concepto La revolución y las Estrellas.
Sin embargo para entender en resumen qué es el concepto de La Revolución y Las Estrellas, tomamos un fragmento de una entrevista realizada en 1996 a Eduardo Carrasco, en el cual relata lo sgte:
"... cuando vino nuestra revisión política, a fines de los años setenta, empezó un proceso de distanciamiento y de crítica a la política, y descubrimos que en realidad estábamos equivocados, y que esa manera de pensar, estaba errada, porque ponía al arte en un lugar secundario, cuando en realidad lo que hacíamos nosotros, lo que pretendíamos hacer, era cambiar las cosas ¡ya!. Es decir, en el acto de cantar, tú cambias las cosas, en el crear, tú estas modificando el mundo. Salimos de ese complejo de pensar que el verdadero cambio era el social-económico, y de que el cultural era como una cosa sobrepuesta. Empezamos a pensar que el verdadero cambio para un artista es el arte, que era, en el fondo, una idea del surrealismo.
El surrealismo, lo que piensa es que la revolución es el arte. Arte revolucionario es un arte que revoluciona, no es un arte que está al servicio de un proceso posterior o exterior al arte, sino que es el proceso mismo de cambiar las cosas, haciendo arte, creando, y esto era lo mismo que pensaba Huidobro y el surrealismo. Esto significó que empezamos a valorar a Matta, a Huidobro, a toda una línea de artistas que eran también revolucionarios, pero lo eran en otro sentido. De ahí nació la idea de "La revolución y las estrellas".
Es decir, está directamente vinculado el revalorizar a Huidobro, con el descubrimiento del surrealismo y este proceso político de inversión."
También en esa entrevista Eduardo Carrasco asume que este concepto había sido desarrollado desde una idea personal, mas que grupal : "En discos como “La revolución y las estrellas” sucedió algo de eso, ya que eran ideas que no eran completamente convincentes para todo el grupo, siendo ideas bastante personales, por lo cual sentía que no cuajaban dentro del conjunto."
Si bien existía el concepto de cambio conceptual dentro del conjunto, este se fue plasmando primeramente en los versos y el discurso, y posteriormente a través de los años en el aspecto musical. El primer paso del cambio del discurso musical se empieza a reflejar en este disco con la incorporación de Patricio Wang a la agrupación. Patricio Wang a esa época era un músico que había formado parte de la primera generación de Barroco Andino, posteriormente había seguido sus estudios en Holanda en donde formó a fines de los 70 la agrupación Amankay que editó un LP, y en el cual se había incorporado un arreglo de Patricio Wang sobre la canción El Gavilán de Violeta Parra, la inclusión de ese arreglo en el nuevo disco de Quilapayún, que con el tiempo pasaría a ser La Revolución y las Estrellas, fueron los primeros pasos de acercamiento con el Quilapayún. Para reflejar esta época dejamos una pequeña entrevista publicada por la revista La Bicicleta a Patricio Wang por esos años
Una de las obras fundamentales que se incorporan en este disco es "Un Canto Para Bolivar" con textos de Pablo Neruda y música de Juan Orrego Salas, quien hizo la obra por encargo, según Orrego Salas en su libro "Testimonios y Fantasías" de 2012: "Al conversar sobre estos juglares de la "Nueva Canción Chilena" me revive el año 1980, cuando les escribí "Un Canto para Bolivar" sobre el poema de Neruda, para voces e instrumentos populares, mucho de los cuales solo conocía por su presencia en las páginas de la etnomusicología indoamericana y alguna grabación. Desde París, donde residían en el exilio de la dictadura en Chile, uno de ellos, Eduardo Carrasco, en amables y muy precisos mensajes postales, me abrió el camino en el pentagrama y la ilustración en casettes hacia las quenas, antaras, cuatros, tiples, charangos que ellos tocaban y me proveyó una información detallada de las técnicas de las guitarras que dominaban y el timbre de las voces"...
..."Yo encontré en el Bolívar de la Gran América mi lugar en la Nueva Canción de estos juglares, mi motivación para escribirles esta obra que luego grabaron en Francia y que el vocero del conjunto, Eduardo Carrasco, en su libro La revolución y Las Estrellas, premió expresando que era una de las mas hermosas que hemos grabado...
Un tiempo después les escribí otra canción: "yo digo lo que no digo""
Esa última canción que nombra Juan Orrego Salas, permanece inédita.
Para ser mas precisos sobre el texto de Neruda, este fue escrito por el poeta chileno el año 1941 en México, y publicado en el libro Tercera residencia el año 1947, los poemas escritos por esa época podían formar parte de este u otros libros, entre ellos el Canto General, no quedando este texto dentro de este último, debido a los precisos versos en el cual se menciona la situación española por esa época. El texto completo del poema, del cual se ocupa un extracto en la obra, es el sgte:
Una vez publicado este disco, apareció un comentario de Patricio Manns en la revista Araucaria editada en el exilio, y republicado en esos años en Chile por la revista La Bicicleta, el texto dice los sgte:
Patricio Manns.
He aquí, pues, un nuevo Quilapayún, mirando esta vez hacia arriba (las estrellas naturalmente). Más sólido, más inconmovible que nunca de su sitial: una de las superpotencias musicales de Nuestra América melódica y martiana. ¡Qué forma de cantar con el cerebro, de seducir con las manos como un Marqués experto y plenipotenciario!. Pero ya lo sabíamos y lo que podemos hacer sin embagues es reconocer abiertamente la continuidad en su desarrollo hacia adelante y hacia adentro.
Los Quilas han crecido también numéricamente. Ahora son ocho, con la incorporación de un músico muy completo, muy original y muy sorprendente, Patricio Wang (chileno a pesar de su apellido de ojos rasgados), a quien debemos el admirable arreglo de El Gavilán, una canción que, como lo dijimos en nuestro libro sobre Violeta Parra en 1976, alcanza la cumbre creadora de nuestra célebre madre coraje. Un tema injustamente desconocido. Quilapayún ha cometido el acierto de implantar la voz de Isabel Parra en el arreglo y el resultado es espeluznante de belleza, de fuerza, de destreza. Isabel, la chilena, y Pablo Milanés, el cubano, deben ser, cada uno en su sexo y en lo suyo, las dos voces más grandes de este tiempo en la canción dicha popular. Esta es mi opinión y la razón por la cual recomiendo este disco tan calurosamente.
Después, hay otro detalle que salta a la estadística: el Quila comienza a autoabastecerse cada día más en materia de repertorio. Hugo Lagos firma dos de los títulos sobre textos de Eduardo Carrasco, que totaliza tres en el presente disco, aparte de tres líneas melódicas. Asimismo Rodolfo Parada, que ha escrito una canción sobre texto de Alberti. Y una nueva experiencia de colaboración, experiencia que Quilapayún inauguró en Chile hace ya muchos años, esta vez con Juan Orrego Salas, que trabajando sobre un texto de Neruda da forma a una pequeña y sobria cantata magistralmente cantada. El problema, quizás, estriba en que este género de obras, relativamente distanciadas de las normas de la canción popular, queda como una suerte de oasis dentro del disco: se bebe allí un agua distinta, se calza una sombra diferente. Pero esto no es malo, muy por el contrario: deslumbra como un espejismo y sólo serán necesarias varias audiciones atentas para establecer en definitiva una silueta al centro de la resolana cegadora para el oído, inesperada para la costumbre.
Esto de crear las propias canciones es para un grupo tarea primordial. Cuando el abastecimiento depende de una fuente exterior, ciertos conjuntos se paralizan e incluso se disuelven si la fuente se calla o se aleja. Pero crea también algunos riesgos. No es fácil escribir el texto de una canción. Se puede concebir un poema libremente, largo o corto, denso o simple, pero una canción, como el ser humano de Chesterton que “se compone de un hombre y una mujer”, se compone de texto y música. Eso por una parte. Por otra, hay que vigilar la sustancia del texto más que la sonoridad de las palabras. Ejemplo, en este disco quilapayunesco: Retrato de Sandino con sombrero. Otra, que el título viene de lejos (Retrato de dama con grupo, nuevo cine), o directamente de la canción Óleo de mujer con sombrero, Silvio Rodríguez. Hay falencias poéticas inadmisible y carencias históricas de primera ignorancia sobre el verdadero carácter de Sandino. Las falencias poéticas evidentes, por ejemplo son: “...rayo de luz sobre el trigal”, o todavía “...como una estrella sobre el mar”. Piénsese que se describe así al inspirador de la revolución nicaragüense. En otra, hay falsas reminiscencias nerudianas, particularmente en la “educación” de Sandino, calcada sobre la Educación del Cacique, de El Canto General.
Jamás Sandino, aunque “cuenten”, se educó en la intemperie, ni copió su andar a las bestias del mundo. La analogía con el poema nerudiano va más lejos: “así fue que ejercitó la mirada, / la calma, la ligereza, / la agilidad del jaguar”. No basta sustituir jaguar por puma para dar origen a una obra personal.
Pero esto es pequeño y fácilmente ignorable si se toma en cuenta la consistencia general de la entrega. Hay que reconocer, después de todo, que la Nueva Canción Chilena no conoce la anemia. Júzguese por los últimos discos publicados: Palimpsesto, de Inti-Illimani; un nuevo volumen de Angel Parra; Con la razón y la fuerza, mi aporte personal 1982, con la fraternal complicidad de Inti-Illiimani; y ahora, esta Revolución y las estrellas, de Quilapayún. Se enferma el cuerpo de espera y desespera, pero se goza de una envidiable caudal de salud creadora.
1.Texto rescatado de un número de la Revista "La Bicicleta" de Santiago de Chile. En aquella revista el texto fue presentado de la siguiente manera: “FLORES Y PALOS PARA LOS QUILAS. Sobre La revolución y las estrellas, disco de Quilapayún; publicado en la revista de Literatura chilena: creación y crítica, XXII, otoño de 1982. Por Patricio Manns”
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Posteriormente el año 1997, Patricio Manns dijo "Ellos (los Quilapayún) iban siempre a la izquierda, pero como el mundo es redondo, cuando sacaron La Revolución y Las Estrellas, aparecieron a la derecha."
La formación de este disco es la sgte: Eduardo Carrasco (Director), Carlos Quezada, Willy Oddó, Hernán Gómez, Rodolfo Parada, Hugo Lagos, Guillermo García, Ricardo Venegas, Patricio Wang
Los dejamos con este disco
1.Luz negra (Eduardo Carrasco)- Arreglo: Eduardo Carrasco
2.Retrato de Sandino con sombrero (Desiderio Arenas - Eduardo Carrasco)- Arreglo: Patricio Wang
3.Trompe (Hugo Lagos)- Arreglo: Eduardo Carrasco
4.Eclipse de sol (Eduardo Carrasco - Hugo Lagos)- Arreglo: Quilapayún
5.Las estrellas (Eduardo Carrasco - Hugo Lagos)- Arreglo: Eduardo Carrasco
6.El gavilán (Violeta Parra)- Arreglo de Patricio Wang- Participación de Isabel Parra
7.Dispajarate (Eduardo Carrasco)- Arreglo: Eduardo Carrasco
8.La primavera (Rafael Alberti - Rodolfo Parada)- Arreglo: Eduardo Carrasco
9.Un canto para Bolívar (cantata popular Opus 78) (Pablo Neruda - Juan Orrego Salas)