lunes, 31 de enero de 2022

René Inostroza: En la Huella. KEIA-1990.Sony Music Chile. 1991. Chile

 






Este cassette lo anduve buscando mucho tiempo, principalmente porque recuerdo que cuando salió a la venta lo tocaron varias veces en el programa “Horizontes Folklóricos” de Radio Umbral que conducía Esteban Leal; y dentro de los registros que por esa época se conocían de René Inostroza este cassette se diferenciaba del resto porque era el primero que no era grabado acompañado con público en son de fiesta, este cassette simulaba haber sido grabado en terreno, en el campo mismo; y digo “simulaba” porque en los créditos aparece derechamente que fue grabado en Santiago y con efectos de sonido de fondo.

Recuerdo que a Esteban Leal le llamaba mucho la atención el personaje creado de René Inostroza, ¿por qué personaje?, porque Esteban contaba que René Inostroza era periodista, locutor, es decir tenía estudios formales y profesionales, pero cuando se instalaba en el escenario era un campesino más, un cultor más. Le parecía curiosa esa dicotomía, y él trató de alguna forma replicar esa dicotomía con el personaje de un payador que recitaba coplas cristianas y que algo se puede encontrar en internet

Volviendo al cassette lo que además diferenciaba este registro de los otros de René Inostroza es que contiene una canción telúrica: “Al Cantor”, una canción dedicada a Víctor Jara y que desde la primera vez que la escuché hace 30 años atrás hasta ahora me sigue estremeciendo de la misma forma.

René Inostroza debe ser uno de los cantantes chilenos que mas discos ha vendido en la historia de la industria musical chilena, sin embargo su historia, repertorio y discografía hasta el momento no ha sido debidamente cubierta en internet. Espero que con este aporte se acorte de a poco esa brecha.

Listado de temas:

00:00 Lado A:
00:04 1. Presentación de este álbum
00:44 2. Campesino chileno – valse (René Inostroza)
03:55 3. Ofrenda – corrido (Jorge Landy)
06:16 4. Torneo Campesino
Temas: Etomia – Le dije al cura – (valses) (René Inostroza)
12:02 5. Animales enamorados – guaracha campesina (René Inostroza)
15:03 6. Los Cesantes – cueca (Del Folklore. Recop: Osvaldo Díaz Acevedo)

17:15 Lado B:
17:23 1. Hera (Pequeña Flor) – valse (René Inostroza)
20:08 2. Al cantor – canción (René Inostroza)
24:00 3. Soy un te (Del Folklore. Recop: Raúl Díaz Acevedo)
26:41 4. Gente originaria – corrido (René Inostroza)
29:40 5. Reja Pelá – tonada  (Del Folklore. Reconstrucción musical de René Inostroza)
31:57 6. Cerruco – cueca (René Inostroza)



lunes, 24 de enero de 2022

Orlando Sánchez & Amigos: Antijazz. 2011. Chile

 




Las vertientes del jazz chileno van desde afrontarlo de las forma mas tradicional, apegado  la sonoridad clásica norteamericana, y otras que buscan incorporar sonidos o instrumentos propios de nuestros latitudes. Y el proyecto de Orlando Sánchez va por esta segunda vía. Y es así como en este disco se escuchan guitarrones, tarkas, flautones que se fusionan con los instrumentos mas relacionados al jazz.

Un proyecto interesante, jugado, pero que por otro lado marca casi un hecho aislado dentro de las propuestas musicales de nuestro país. Y este tipo de proyectos o de vertientes exigen continuidad y evolución en el tiempo; algo que permita descifrar el camino por donde debe estar la música chilena que el futuro descubrirá en este pasado.

Mas datos de este disco en este blog y en esta página.

Gracias a Ricardo quien me envió este archivo y a Milena que de alguna u otra forma nos hizo llegar este disco a través del tiempo y el espacio.

Listado de canciones:

00:00 1. Transformación
09:38 2. Sideral 1
17:22 3. Rayerayeley Tati Leufu
25:35 4. Perdidos
31:42 5. Tejedor
35:36 6. Sideral 2
40:05 7. Chinos Tarka y guitarra
Todos los temas compuestos, dirigidos y producido por Orlando Sánchez Placencia
Polyana Castro en viola y violín 
Patricio Aravena en bajo 
Raul Ramos en batería 
Jimmy Campillay en instrumentos aerófonos y percusivos diaguitas; 
y Orlando Sánchez en guitarra, guitarrón chileno, tarkas y flautones.


 
 

lunes, 17 de enero de 2022

Jorge González en Festival Vive Latino Chile 2007. Transmisión Radio Rock & Pop. Chile

 

En la década de 2000 aparecieron los reproductores de MP3, pequeños equipos portátiles que permitían almacenar y reproducir varios minutos de música en formato en mp3, mas tener acceso a escuchar radio, y grabar las transmisiones radiales que uno iba captando. Esos pequeños equipos las grabaciones las hacía en mono, pero servía para dejar un respaldo de lo que se iba escuchando. Y el año 2007 mi hermano menor Ricardo Tapia, de por entonces 15 años me hizo el favor de grabar algunas presentaciones del Festival Vive Latino realizado en el Club Hípico el 15 de abril de 2007 y que fue transmitido en directo por radio Rock and Pop 94.5 de Santiago.

15 años mas tarde doy con el CD donde archivé las grabaciones que hizo mi hermano, hoy de 30 años, subí la resolución de la grabación y le hice un pequeño trabajo para simular sonido Stereo de la grabación mono original a 128 kbps para escuchar la presentación de Jorge González , época en el cual reiniciaba su carrera solista, alcanzando en aquella época el reconocimiento que para todos hoy ya está dado: Uno de los grandes cantautores chilenos del siglo XX, con una visión musical y artística que sobrepasa estilos y tendencias musicales.

Desde hace tiempo que en sectores “conocedores” del rock chileno se lee cierta crítica y reticencia a Los Prisioneros, y a Jorge González, por su aporte al “rock chileno” y sobre la importancia de ellos (él) dentro de la historia de esta tendencia musical en Chile. El tema es otro, la importancia de Los Prisioneros y de Jorge la otorgó el público desde hace años, público alejado de las academias y de los grupos de estudiosos del rock chileno, reconocimiento que ya lleva mas de 30 años, y al cual recién la academia se ha acercado en los últimos 10 años. No es culpa de Los Prisionero ni de Jorge que el público no conozca a los grandes procederes anónimos del rock nacional; y la amargura de las líneas no debería pasar mas allá. Por último, el aporte de Jorge y de Los Prisioneros va mas allá del rock nacional, pasando a ser un aporte transversal a la música popular chilena del Siglo XX.

El Festival Vive Latino es un proyecto que nació en México el año 1998 y el año 2007 se hizo la primera y única experiencia hasta el momento de exportar el Festival, realizándolo en Chile, en el Club Hípico juntando principalmente músicos chilenos y argentinos que se distribuyeron en 3 escenarios 

La presentación de Jorge en aquella noche estuvo dividida en 3 partes, 1ro acompañado por Vicente Sanfuentes, Gonzalo Yáñez y un Cuarteto de Cuerdas, posteriormente una sección solo acompañado por su guitarra eléctrica y para el final interpretó algunas canciones junto a Los Bunkers.

Una presentación maciza, tal vez si dejamos afuera las pequeñas descoordinaciones de tren al sur y esa voz que no es de mi agrado de Yáñez.

Para mas detalles les dejo la crónica que publicó en un suplemento especial la Revista Rolling Stone sobre el Festival, donde se incluyeron esas líneas de la presentación de Jorge mas las fotografías que les comparto el día de hoy (Realizadas por Karen Kreutzberger)



Listado de temas:
00:26 1.Tren al sur
06:20 2. El aviador
11:50 3. Cuéntame una historia original
15:28 4. Estrechez de Corazón 
22:13 5. Quien Canta su mal espanta 
23:56 6. Fé
25:32 7. Una casa en el árbol
26:57 8. Sábado en la noche
28:32 9. Cumbia triste
29:59 10. El baile de los que sobran
32:28 11. Sudamerican Rockers
36:24 12. Maldito Sudaca
38:40 13. No necesitamos banderas
46:32 14. Por que no se van
Autor de todas las canciones: Jorge González
Músicos Participantes:
Vicente Sanfuentes
Gonzalo Yáñez
Julio, Nadia, César y Joaquín en Cuarteto de Cuerdas
Y Los Bunkers



lunes, 10 de enero de 2022

Los Cuatro Cuartos: ¡Al séptimo de línea!. CMS-2400. RCA Víctor. 1966. Chile

 








En esta búsqueda del primer disco en Stereo en Chile, que ya vimos la semana pasada que corresponde al “Mago Musical” publicado el año 1963, quise retomar la publicación por fin en Stereo, ya que el 2016 la publiqué en mono, de este disco considerado por muchos como el 1er disco en Stereo en Chile; pero que ya vimos que no fue así.

Y para poder cumplir con esa tarea le pedí ayuda a Jorge Rica, paciente colaborador del blog, quién me compartió su disco y digitalización.

Para entrar en mas detalles sobre este disco, no hay nada mejor que compartir parte de la autobiografía de Willy Bascuñán “Tiempo y Camino”, un excelente y revelador libro para conocer la vida de este importante compositor de la música popular chilena.


Ahí Bascuñán dice lo sgte:


"Hacía tiempo que me daba vueltas la idea de crear una obra integral sobre la Guerra del Pacífico. Había anticipado esto ya con esas dos canciones de nuestro primer álbum, “El Manco Amengual” y “La batalla de La Concepción”. Pensando en esta idea fue que, por esos días, ya de vuelta de la gira al extranjero, compuse “La Toma del Morro”.

Después, al inscribir todas las canciones del álbum en el Derecho de Autor, le adjudiqué la letra a Jorge Inostrosa. Aclaro esto solo por seguir la historia tal cual. Me di cuenta de que no iba a ser fácil escribir el resto de los temas, ya que mis conocimientos históricos a la fecha no me respaldaban como para acometer dicha empresa. De pronto, pensé: ¿Y si involucro a Inostrosa en esta idea? No bien pensarlo, asumí lo descabellado que era, pues el personaje en cuestión era un hombre destacado y la propuesta vendría de un perfecto desconocido en el ámbito de la creación y más aún de la historia. 

Pero a medida que digería esta opción, consideré que lo peor que podía suceder era que no ocurriese nada y, en ese caso, seguiría tratando de consolidar la obra, pero haciendo uso de otros medios. 

Me armé de valor, averigüé dónde trabajaba el escritor e hice una llamada a la Empresa Zigzag. Sin que me diese tiempo a arrepentirme, me encontré hablando con una secretaria, la que gentilmente, después de escuchar quién era (pienso que el nombre de Los Cuatro Cuartos pesó de alguna forma), agendó mi visita para un miércoles en la tarde en las oficinas de la empresa, la que quedaba en Avenida Santa María, muy cerca de Pío Nono, en Santiago. Esto debe haber sido como a fines de septiembre de ese año 1965. 

Con mis ilusiones y nervios, llegué esa tarde 10 minutos antes de las 16.00 horas (mal hábito que conservamos los marinos). ¡Iba a conocer a quien había desbordado mi imaginación a través de su obra Adiós al 7° de Línea! Ni siquiera una audiencia con el Papa me hubiese exultado tanto.

Al entrar al edificio y preguntar por él, me condujeron frente a una oficina que se encontraba en el primer piso. Allí, la persona que me acompañaba me franqueó la puerta, indicándome que no hiciese ruido. Entré cuidadosamente. La habitación, que a pesar del tiempo aún me parece verla, era de regulares dimensiones. Lo primero que observé fue a una mecanógrafa que tecleaba su máquina de escribir sobre un gran escritorio atiborrado de papeles y a un señor de rostro rubicundo y de regular estatura que usaba unos gruesos anteojos, mientras dictaba sin cesar, paseándose de un lado a otro. Sin dejar de hacer lo suyo, me hizo una seña para que tomase asiento en un añoso sofá de cuero, donde quedé tratando de hacerme invisible y que no se escuchase siquiera mi respiración. Las frases y las ideas le brotaban ininterrumpidamente, mientras se permitía de vez en cuando aspirar su cigarrillo. En ese mágico momento asistía a la creación de una parte de la novela Los Húsares Trágicos.

Junto con terminar su cigarro, despachó a su escribiente y me invitó a tomar asiento frente al escritorio. Nos saludamos y dijo:

 –Usted dirá en qué puedo serle útil. 

Era el momento de enfrentar ese gran salto sin red ni protección alguna. Después de presentarme, decirle quién era y declararme un ferviente admirador de su obra, le expliqué lo mejor que pude la tarea que pensaba acometer y que mi intención era solicitarle me ilustrase sobre aquellos temas que considerara más pertinentes para crear estas canciones. Se echó hacia atrás en su sillón, encendió otro cigarrillo, no sin antes ofrecerme uno, cosa que estuve a punto de aceptar a pesar de que no fumaba. En ese momento yo sentía un nudo en el estómago que se apretaba y apretaba cada vez más. 

–¿Sabes chiquillo? Resulta que soy medio poeta y podría escribirte las letras. 

¡No lo podía creer!

Estaba frente al gran Jorge Inostrosa, creador de tantos pasajes que me habían deslumbrado. Y ahora, accedía no solo a ayudarme, sino que a escribir los textos. 

Sellamos este acuerdo con un apretón de manos, no sin antes pedirle el número del teléfono de su casa; craso error de él fue dármelo, pues tendría a futuro que soportar un montón de llamados míos recordándole nuestro acuerdo y apurándolo en el trabajo. 

Nunca había compuesto sobre letras de otros autores, pero me dije que tendría que hacerlo a como diese lugar. 

Salí de esa entrevista lleno de ideas y con inmensas ganas de trabajar lo más pronto posible en el proyecto. Apenas pude, le conté todo esto al Chino, a quien no le disgustó en absoluto la idea; y de paso, aproveché de mostrarle “La Toma del Morro”.

 No solo debía lograr la participación de Inostrosa, sino además había que venderle el proyecto al resto de mis compañeros y, sobre todo, al Chino, nuestro director. Tenía que ir armando el puzle con tiento y cuidado. (…)

–Hola, don Jorge, soy yo... Lo llamaba por lo de las letras... 

Estas llamadas se sucedieron no una, sino que varias veces, hasta que un día (a lo mejor vencido por el cansancio) escuché del otro lado del aparato:

 –Vente mañana a mi oficina para entregártelas... 

Allí estuve, puntual como siempre.

 –Mira –me dijo, mientras me alcanzaba un montón de papeles–, cambia los versos, acomódalos como mejor te plazcan para que puedas calzar tu música. Pero esta... esta debe ser una marcha, la que, como ves, narra el regreso del Perú de nuestros soldados. Los viejos estandartes.

Me comprometí a que así sería y que ese tema en particular tendría ritmo de marcha. El resto de las otras canciones las iría acomodando según me pareciese.

 Lamento no haber conservado esos papeles con el logo de Zig Zag, todos tachados a medida que avanzaba en la composición de los temas y ajustaba las letras. Recuerdo que esa vez que me reuní con Inostrosa no me entregó la totalidad de las letras. Pero, a fines de octubre, mientras actuábamos en el casino de Viña y encontrándose él como espectador en la boîte, le cantamos un par de canciones que ya habíamos montado. La cara de Jorge lo decía todo. 

Estaba fascinado. 

A la semana siguiente, me hizo llegar el resto de los temas. 

Mientras tanto, seguíamos dándole duro a los ensayos a medida que iban apareciendo las composiciones. 

Aquí hay un punto que me parece importante. Los Cuatro Cuartos éramos un grupo de corte folclórico que cantábamos cachimbos, trotes, refalosas, tonadas, cuecas, aires; en fin, quiero decir con esto que mientras no me apartase de allí las cosas andarían bien. 

Cuando le comenté al Chino que debíamos hacer una marcha... Ahí frunció el ceño. Me di cuenta que la cosa no iba a ser tan fácil. Ya me había hecho cambiar la música de “Leonora Latorre”, pues la encontraba demasiado melódica. Lo hice porque era disciplinado, pero creo que esa melodía en cuestión era mucho más bonita que la que hoy se conoce. Pero la dichosa marcha se iba quedando, quedando... quedando... 

A todo esto, en diciembre de ese año, ya la prensa publicaba sobre el trabajo que estábamos realizando y se iba generando un marcado interés por saber qué diablos haríamos.

Habíamos firmado con la RCA, después de la breve aventura en Polydor, y esta obra sería nuestro gran debut como nuevos artistas del sello grabador. Recuerdo los calores de ese verano en casa de la mamá de Paz, doña Teresa Besa, quien fue mi primera profesora de canto. Aguantando más de 30 grados allí en la calle Vaticano, ensayábamos y ensayábamos... 

No fuimos al Festival de Viña ese verano del 66, principalmente por estar enfrascados en montar los temas de lo que sería nuestra nueva producción. Hernán Serrano, nuevo y flamante director artístico de la RCA, había decidido, con muy buen ojo, que este sería el primer disco estéreo grabado en Chile; y nuestro ingeniero de sonido habría de ser Luis Torrejón, a quien rindo un homenaje en estas páginas por todo y lo mucho que ha hecho desde las perillas por la música chilena. 

Todo pintaba bien, pero... la marcha no convencía al Chino. Le di muchas, pero muchas vueltas, y llegué un día al ensayo con un disco de marchas grabado por una banda del ejército.

 –Mira –le dije al Chino–; ponlo, por favor. Lo tomó y dejó caer la aguja suavemente sobre el LP. Comenzó a sonar entonces una marcha en el tocadiscos. Me quedó mirando como diciendo ¿Y...?

 –¡Ahí está la cosa...! –dije con convencimiento–  Nosotros, que hacemos tanta onomatopeya en nuestras canciones, debiésemos emular el instrumento con las  voces. ¡Fue como inventar la pólvora! El Chino, aunque las ideas no se le ocurriesen a él, sabía cuándo algo era acertado, por lo que se sentó al piano y me pidió que le fuese cantando el tema... Bam, baparapapán, baparapapán, pan pan panpanpararanpanpanpanpán pa...

Por esas fechas, marzo de 1966, yo tenía una preocupación quizás más importante todavía. 

¡Me casaría con mi linda novia! Y, por lo tanto, andábamos en la compra de los muebles de nuestra futura casa. En la calle Villavicencio, detrás de lo que fue el Diego Portales, tenía su tienda de muebles el “Chino” Huerta, con quien nos hicimos medio amigotes por tener gente conocida en común. A él le compramos el comedor y el dormitorio, todo en encina, una maravilla de muebles, los que hasta hoy día se conservan súper bien. 

Allí, precisamente, conocí a Rodolfo Campodónico (nota de dnch, pueden ver mas detalles de este artista en https://artedelaargentina.com/disciplinas/artista/pintura/rodolfo-campodonico  y en https://www.facebook.com/Rodolfo-Campodonico-155356491293396/) , un argentino artista en todo el sentido de la palabra que ayudaba a mi amigo en los diseños y donde hiciese falta, pues el pobre no tenía ni uno. De un principio, me cayó bien, porque además pintaba muy lindo y le encantaba el folclore.

 Yo, en vista que me casaba y que en el departamento de Providencia con suerte entraba una sola persona, sabía que tenía que mudarme y pronto, por lo que me había ido a vivir esos meses previos a mi casamiento con mi papá, ya retirado y casado ahora con la tía Pitty. Ellos vivían en pleno centro, en un edificio de departamentos en Valentín Letelier. 

Un día que llegué a lo de los muebles, me encuentro con mi amigo argentino muy bajoneado, pues se había peleado con el “Chino” Huerta y, por orgullo personal, debía irse.

Esas cosas que de joven te conmueven me hicieron llamar a mi pobre viejo e instalar a Campodónico también en su departamento, donde permaneció por cerca de un mes. 

Bueno, él fue quien realizaría la carátula del disco Al 7° de Línea. ¡Ese caballo impresionante con los jinetes detrás! 

Después, le perdería la pista a este buen amigo y mejor artista.

El día 11 de mayo de 1966 fuimos a entregar al presidente Eduardo Frei Montalva nuestro flamante trabajo a su despacho en La Moneda. Fue un hermoso acontecimiento del cual informaron todos los medios.

 Vivía, sin poder dimensionarlo, mis más preciados y significativos momentos. Pienso que mis compañeros tampoco se daban cuenta de lo que nos sucedía. Para todos, Al 7° de Línea era un trabajo más y lo único que deseábamos era que tuviese una buena acogida. Pero nunca nos imaginamos el tremendo éxito que tendría ni la permanencia en el tiempo de esta obra en particular. Allí, en ese momento, por una extraña paradoja del destino, concurrían las personas precisas, las únicas que podían haber realizado esto. ¡No sobraba ninguno!."


Al buscar mas información en la revista Ecrán, en el ejemplar del 6 de Mayo de 1966 aparece una nota sobre el nuevo disco,  en donde el dato que agregan es que el tema “la novia de mi capitán” está basada en el poema “el adiós”, con que el capitán Rafael Torreblanca se despidiera de su novia, Clementina Cobo, antes de morir; aunque por lo visto mas detalles de cada uno de los temas fueron incorporados en un inserto que traía la 1ra edición de este disco.


Una excelente obra que les compartimos el día de hoy:


00:00 Lado A:

00:00 1. Los juramentados de Atacama - Canción de soldados

02:28 2. A través de la pampa - Marcha de camino

03:53 3. Romance de Leonora Latorre - Canción

06:35 4. Los chinos de Cerro Azul - Refalosa

09:00 5. Cazadores del desierto - Canción de caballería

12:08 6. La toma del Morro - Canción cachimbo


14:07 Lado B:

14:12 1. Los viejos estandartes - Marcha

16:08 2. Los boteros de Iquique - Lamento marinero

18:59 3. El enganche de los puetas - Trote

21:39 4. Batallones olvidados - Cachimbo triste

24:18 5. La novia de mi capitán - Canción

26:29 6. Las bombachas coloradas - Cachimbo


Letra: Jorge Inostrosa

Música: Guillermo Bascuñán

Arreglos: Luis Enrique Urquidi




lunes, 3 de enero de 2022

Rodolfo Soto y Ariel Arancibia Presentan: El Mago Musical. CMS-2195. RCA Víctor. 1963. Chile

 





Hace aproximadamente 5 años con Don Pedro Lazo desde Estocolmo, a causa de este blog,  comenzamos a tener una conversación por e-mail sobre discos y grabaciones de música chilena. En una de esas conversaciones apareció este disco, y era algo que le llamó a él la atención y que para mi también resultó una sorpresa mayúscula: ¡¡¡Un disco chileno publicado en Stereo en 1963!!!, antes del “Al Séptimo de Línea” (1966) de los Cuatro Cuartos considerado dentro de la historia oficial como el primer LP en Stereo publicado en Chile.


Se trataba de un LP publicado con ocasión de los espectáculos que se presentaban previamente a los partidos entre la Universidad de Chile y la Universidad Católica; los llamados “Clásicos Universitarios”, una expresión artística única a nivel mundial y que estuvo vigente casi por 4 décadas. Mas antecedentes sobre este tipo de espectáculos lo pueden encontrar en el libro de Osvaldo Obregón sobre el tema, o en el texto del mismo autor que se incluyó en la página 99 de esta revista Araucaria.  También pueden leer un testimonio de Rodolfo Soto sobre los clásicos en este texto.


¿A qué se debe que este disco no haya permanecido dentro de la memoria como el 1er disco en Stereo?. Pedro Lazo tiene la teoría que esto se debe a que el Gerente de la RCA que publicó el disco de los Cuatro Cuartos, Hernán Serrano,  era nuevo en la compañía y no necesariamente tenía que saber lo hitos que previamente tenía el sello. Otra explicación puede ir por la temática del disco, que solo se podía entender por quienes habían ido a esa fecha del clásico. Una temática de muy corto plazo y que se perdió en la memoria de todos a través del tiempo. Para ver otros discos publicados con motivo de los clásicos universitarios pueden ver esta publicación.


Sobre esta fecha del clásico (15 de Agosto de 1963, marcador final 3 a 3)  pueden ver estas imágenes en donde pueden observar casi a la mitad del video que se está presentando un espectáculo relativo a la temática de las canciones que ofrece el disco.


Si ven la contraportada del disco pueden darse cuenta que incluye una selección de lo más granado de la música popular de aquella época, incluyendo a Ricardo García. Los arreglos son de primer nivel y la grabación destaca de forma fuerte la utilización el Stereo, con separación clara de canales, más unos paneos para poder distinguir como el sonido viaja entre un parlante y otro.


Gracias a Pedro Lazo por enviarme el disco en Marzo del 2016 y por hacer las gestiones para que  Luis Concha, propietario del disco y encargado del blog http://lcaradioycine.blogspot.se/, nos diera la autorización para compartir este LP, que fue traspasado a digital por Pedro Soto. Y disculpen por demorarme casi 5 años en publicar este material que derriba ciertos “mitos” en el desarrollo de la industria musical chilena.

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Post Data 4 de enero 2022:

Para verificar sobre el origen de este disco y si es realmente el 1er disco grabado y publicado en Stereo en Chile comencé a revisar la revista Ecran de la época.  En el ejemplar del del 12 de Julio de 1963 aparece una nota que dice: “Ricardo García debuta como cantante: (…) El disc-jockey mas popular de Chile da un nuevo giro a su carrera radial al aceptar ser una de las figuras que canta en el nuevo espectáculo musical que Ariel Arancibia y Rodolfo Soto preparan para el Clásico Universitario de este año. Ricardo actuará junto a casi toda la nueva ola: Gloria Benavides, Sussy Becky, Larry Wilson, Sergio Inostroza y muchos más. Todos ensayaron el martes pasado  en los estudios Splendid, donde se grabará un LP con la música del clásico que se lanzará a la venta meses antes del evento deportivo universitario. "



En el ejemplar del 2 de Agosto de 1963 aparece esta nota titulada: 
"Así Grabaron El Mago Musical. Primer Disco en Estéreo.
Costó mucho convencerlo para que cantara y grabara un disco. Y hasta ahora Ricardo se siente incómodo cuando le hablan del asunto. Pero, finalmente, aceptó grabar "La taza de té" cuando se le explicó que se trataba de hacer una comedia musical al estilo norteamericano, es decir, donde no se precisan cantantes en todo el sentido de la palabra sino gente con personalidad, que sea capaz de decir la letra de una canción.
El misterio de la primera grabación musical de Ricardo García lo desentraña Hugo Ramírez, director orquestal y arreglista de la Víctor, con cuya orquesta y bajo cuyos arreglos se grabó el comentado tema musical.
- García fue muy exigente consigo mismo, e insistió en repetir sus ensayos varias veces, hasta estar seguro- prosigue Ramírez-. Y ahora que se piensa editar un single con "La taza de té" quiere grabarlo de nuevo.
"La taza de té" ha dado mucho que hablar, porque se trata de la primera canción que graba el disc-jockey mas popular de Chile. Es la primera vez también que en nuestro país un disc-jockey se dedica a la canción (...). Pero en realidad "La taza de té" es solo una parte de un enorme proyecto musical creado por Rodolfo Soto, Ariel Arancibia y Hugo Ramírez. Será publicado en un LP llamado "el mago musical" con la música de la comedia musical del mismo nombre que la barra de la Universidad de Chile presentará en el próximo Clásico Universitario de fútbol.
"El mago musical" consta de catorce canciones escritas por Ariel Arancibia (música) y Rodolfo Soto (letra). Hugo Ramírez se encargó de llevarlas al pentagrama (ya que Arancibia no escribe música), hacer los arreglos y luego dirigir a la orquesta de 38 músicos que acompañó a los intérpretes. Nunca se había hecho en Chile una grabación con tantos músicos... y tantos cantantes. Además de García y Veccky, en "El mago musical" intervienen: Los Strangers, Armando Navarrete (primera voz de Los Flamingos), Alicia Quiroga, Gloria Benavides, Los Vanguards con Humberto Lozán, Silvia Sage y sus coros, Los Andinos, Peter Rock y Alex Alexander.
- Hace unos dos meses y medio que Soto y Arancibia comenzaron a trabajar en esta comedia musical- cuenta Ramírez-. Luego ensayamos una semana, todos los días, de forma intensiva. Un día se grabó hasta las 5 de la mañana, para que todos quedáramos satisfechos con el resultado. (...)
Volviendo al tema de "El mago musical". Ramírez confidencia:
- Es la primera comedia musical que se hace aquí al estilo de las comedias norteamericanas y el primer disco que se graba con sonido estereofónico. El personaje principal es un mago, que interpreta Armando Navarrete. Los numerosos personajes que intervienen le hacen pedidos mágicos, y esto da pie para la entrada de los demás artistas y de los mas distintos temas musicales. Se comienza con una obertura de todos los temas, y sigue con "La canción del mago". Otros números son "Salud, Presidente", a cargo de Los Andinos: "El bossa nova universitario", por Gloria Benavides, y "El madison de los bastones", donde se bailará esta danza."

Con estos datos ya podemos certificar que este disco "El Mago Musical" fue el primer disco grabado y publicado en Stereo en Chile. Y eso fue el año 1963, 3 años antes del disco de Los Cuatro Cuartos.


Listado de temas:

00:00 Lado A:
00:00 1. Obertura – Hugo Ramírez y su Orquesta
02:27 2. Canción del mago – Armando Navarrete 
03:47 3. El baile de los ayudantes – The Strangers con Coro Femenino 
08:02 4. El mago y el niño – Alejandra Stuven y Armando Navarrete 
09:34 5. El vals de los naipes – Los Flamingos
11:30 6. Polka de las notas y los dados – Los Vanguards
12:56 7. Madison de los Bastones – Peter Rock y Alex Alexander. Solo de Saxo: Gonzalo Gómez
15:26 8. Salud Presidente – Los Andinos con guitarra y Orquesta

18:47 Lado B:
18:51 1. Vals de los conejos – Hugo Ramírez y su Orquesta
21:35 2. El capitán del 900 – Alicia Quiroga y Armando Navarrete
27:00 3. La cartera de mujer – Sylvia Sage, Humberto Lozán y Coro
29:23 4. La taza de té – Sussy Vecky y Ricardo García
33:15 5. Bossa Nova del estudiante – Gloria Benavides

Acompañamiento Musical y Orquestación: Hugo Ramírez y su Orquesta.
Autores de las canciones: Texto de Rodolfo Soto y Música de Ariel Arancibia.