No he publicado desde hace un rato, pero es que hay tanto pendiente por hacer en otros ámbitos de la vida.
Tengo por ahí una colección a medio publicar en el blog, varios aportes que me han llegado y que no he podido subir, y por otro lado estamos viviendo una de las manifestaciones populares mas importantes de los últimos 30 años. Tengo mi posición al respecto, lucida, efectiva; pero también tengo la claridad suficiente para entender que mi opinión a nadie le importa y a lo que vinieron acá es a escuchar el disco.
Este post es de alguna forma un homenaje a uno de los proyectos musicales chilenos mas importantes de los últimos 50 años. Me disculparán los que no estén de acuerdo, pero para mí en la matriz de la música popular chilena consecuente siempre ha estado Violeta Parra y Quelentaro, de ahí viene el resto para abajo, o para el lado. El cantar de Quelentaro es un canto directo del hombre con origen campesino, que tuvo que desenvolverse en cada forma de vivir que le deparó la vida, en el sembrado, recorriendo largos caminos de la tierra, llegando a la ciudad, y llevando en el alma, cada segundo de experiencia de vida, reconociendo siempre la semilla campesina de su existir. Con una profundidad poética de primer nivel. Letras como esas hay pocas en la música chilena, la rabia, el dolor y el amor se plasman como sangre en los que han sabido entender la profundidad del canto de Quelentaro.
Con casi nula presencia en los medios siempre mantuvo un contacto directo con su público, y con el pueblo, sin intermediarios, sin partidos políticos, y siempre teniendo una lucidez que sobrevivirá todos los eternos retornos que depara el universo.
Este disco es una compilación editada en Argentina el año 1972, que contiene la nueva versión de “Coplas al viento” con incrustaciones de "jazminero me voy", un tema de “Leña Gruesa” y varios temas de “Judas” en su segunda versión.
Por aquella época el dúo dio una entrevista al diario La Nación que les comparto a continuación (extraído del libro: La cultura con Allende, editado por Gonzalo Contreras y Eduardo Vasallo)
Ahí se puede visualizar que el dúo estaba tanteando el mercado argentino, y este vinilo vino a ser una muestra de la incursión del repertorio del dúo en ese país. La nota también hace alusión a su independencia y a no ser considerados por los medios a pesar que en aquella época la copla tenía gran éxito en la voz de Tito Fernández.
Hay un libro que se llama “Quelentaro por Dentro” de Antolín Guzmán, un libro con muy buenas intenciones pero muy desordenado, en donde se pueden recuperar ciertas historias con respecto al repertorio de este dúo, y les compartiré sobre las que aparecen en este disco:
1. Coplas al viento: “Había que hacer un texto, un tema en el cual la aguja del tocadiscos no se levantase en todo el long play. Hacer una sola canción por un lado. En ese tiempo las canciones duraban 3 minutos… éramos jóvenes dulcemente incultos. ¿Cómo puede una persona escribir todo un disco de algo que no sepa?. Tendría que tener estudios o algo así. Entonces ¿qué es de lo que uno mas sabe?, de uno, de la persona misma y del entorno inmediato que te rodea, los compañeros de barrio, los vecinos.
El cabro que sale a vender piñones no éramos nosotros, se llamaba Octavio Morales, “el tallo”. El de los cumpleaños éramos nosotros. (Esa fue la 1ra versión de 1967), cuando se graban junto al “Jazminero me voy”, es muy posterior”
2. “Voces del Quelentaro”: “Hay mucho texto que está hecho con mucho tiempo, que no tenía destino. Como nosotros somos de origen agrario encontramos que la tierra nuestra del sur es muy generosa. Y estamos conscientes que una persona puede darse la vuelta al mundo y donde quiere que vaya su terruño le va a quedar en la memoria… El hombre ama el paisaje en el cual vive, porque ahí está su visión primaria de la vida. Son sensibilidades que tiene cada uno en su vida”
3. Don Zambrano: “Es un hombre que vivió al frente de la casa nuestra, el hacía muchos oficios, pero decía que su verdadero oficio era ser amansador de caballos. Y un día le salió un caballo que lo volteó, lo quebró… Nos impresionó el hecho de que esté el frustrado sin ejercer el verdadero oficio que él decía que era. Según él, antes que nada era jinete, pero nadie lo veía a caballo porque estaba en otras faenas “menores” según él… decía que “estoy aquí mientras tanto, pero soy amansador de caballos”. Y la muerte tan brutal también.”
4. Por Vendimias: “El tema nace en una quinta que la cuidaban los hermanos Serrano en Angol. Allí, no sé en qué fecha, la escuela nos llevaba a nosotros a recoger pampanitos que quedaban después de la vendimia. No era difícil imaginar las caminatas que hacía la gente cargando canastos, los cajones de uva. En un período anterior habíamos trabajado sacando corrigüela nosotros en otra viña que pertenecía a un hombre de apellido Vásquez.
5. Veneno negro: “Está dedicada directa, única y oficialmente a un hermano mayor nuestro que se llamaba José Manuel Guzmán, que en diminutivo le decíamos “Manano”; eso no tiene tutía. Es para él solo. Ahí no hay personajes en el medio.”
6. Lorenzo Sanches: “Se llamaba Ramón Sobarzo… el tajo que recibe no es por celos, fue una pelea defendiendo a su padre.”
7. Destino vegetal: “Eso habla de uno mismo. Nosotros trabajábamos en las chacras de tomates. Estábamos ahí llenos de gente de campo, un tío que cuidaba una quinta por lo cual es fácil imaginar de dónde viene”.
Listado de temas:
Lado A:
1. Coplas al viento - coplas (Gastón y Eduardo Guzmán - Valericio Leppe)
Lado B:
1. Voces del Quelentaro - coplas
2. Don Zambrano - tonada
3. Por vendimias - tonada
4. Veneno negro - coplas
5. Lorenzo Sanches - tonada
6. Destino vegetal - tonada
(Autor de todas las composiciones: Gastón y Eduardo Guzmán, excepto donde se indica)
2 comentarios:
HOLA.
Creo que los que seguimos tus publicaciones, tambien nos interesa tu opinion.
Excelente tu comentario para QUELENTARO.
El dolor de ellos circula por nuestras venas, hasta que se abran las grandes alamedas.
GRACIAS POR TUS APORTES
UN ABRAZO
Van Do Lero
Quiero agradecer la dedicación, la pasión y la paciencia para publicar estos hermosos registros con una gran calidad en sonido (también escuche el cassette en vivo), pero esta versión extraída del vinilo en lo personal suena increíble. Gracias x compartír estas dolorosas, tiernas y hermosas melodías de estos grandes Maestros del cantar popular chileno.
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