Este LP aparece en todas las discografías de Quilapayún como editado el año 1972, pero no hay pruebas concretas de ello, incluso todas las ediciones físicas de este LP indican la fecha de edición como 1973. Lo que si creemos es que fue grabado el año 1972, y editado tempranamente el año 1973 como para que también conociera otras ediciones el mismo año en otros países.
Este disco vendría a ser el ultimo LP publicado por el sello Odeón para Quilapayún, incluso Antonio Larrea indica que esta situación se conocía antes de la edición del disco, razón por la cual se decidió hacer una edición en Album, es decir que se pudiera abrir como un libro la gráfica del disco.
Si pensamos que al año 73 Chile estaba en plena Unidad Popular, y el grupo Quilapayún era una agrupación que estaba desarrollando a full un repertorio contingente bajo el alero de DICAP, este LP viene a mostrar una cara totalmente opuesta a esa imagen del conjunto, entregando en este disco un repertorio mayormente instrumental y que en pocas oportunidades hace mención a la coyuntura nacional
En este LP también se asoman de alguna forma los proyectos que en esa época estaba desarrollando el Quilapayún, como eran Los Talleres Quilapayún, en la cual el grupo llamó a formar varias agrupaciones Quilapayún para que estas distintas agrupaciones presentaran repertorios del grupo en distintas partes del país, con el horizonte de llegar a montar una ópera popular, estas formaciones de Quilapayunes incluían desde una agrupación de adolescentes, hasta una agrupación formada por mujeres, entre otros. Dentro de todos estos grupos de Los Talleres se comenzó a trabajar en un taller de arreglos de música de concierto para instrumentos de música popular, bajo la dirección de Jaime Soto León, proyecto que a los años y después del golpe daría inicio al Barroco Andino, y una muestra de lo anterior es la inclusión de un Preludio de J.S. Bach; aunque existen versiones que desmienten lo anterior.
También es destacable la colaboración que se plasma en este disco con Sergio Ortega en un par de surcos, y con Cirilo Vila en la Cueca de la libertad, además del cierre del disco con un tango, por primera vez el Quilapayún grabando una canción de este estilo, interpretado majestuosamente por Willy Oddó.
Sobre todo lo anterior, nos comenta Don Eduardo Carrasco:
En relación a que fuera el último disco bajo la Odeón "La verdad es que no me acuerdo de este detalle. Nuestras relaciones con la Odeón siempre fueron muy buenas, en particular con Rubén Nouzeilles, su director artístico. Tal vez al final él ya no estaba. No me acuerdo."
En esa época "Nosotros respondíamos con creces al momento político. Participábamos en todas las campañas y siempre estábamos grabando canciones contingentes. Por lo tanto nos sentíamos libres de hacer lo que queríamos en el aspecto musical y artístico. Este disco lo pensamos como una respuesta al prejuicio de que el Quilapayún era un grupo estrictamente político. Nunca fue así y nunca será así porque nuestro propósito esencial es la música. Sinceramente creo que el aporte artístico y musical del Quilapayún fue siempre mucho mas contundente que su aporte político. O en todo caso, se sostiene en él. Creo que la política en cierta medida ha ocultado nuestros valores artísticos. Recién está comenzando a aparecer gente interesada en relevar este aspecto de lo que hemos hecho. Las orquestaciones de Homero Letelier que vamos a presentar en el Municipal van en esa dirección. Y las orquestaciones de su suite Quilapayún confirman todavía más este fenómeno."
"No recuerdo que haya habido ningún lanzamiento (del disco Quilapayún 5). Tampoco eso se usaba mucho en esa época. Los discos aparecían simplemente y como los nuestros no tenían mucha difusión en los medios no tenía mucho sentido hacer lanzamientos."
"En 1971 yo comencé a estudiar composición en el Conservatorio. Eso me acercó al mundo de las partituras y como había algunas muy fáciles de transcribir para nuestros instrumentos, comencé a hacerlo. La idea era acercarnos a la música clásica de este modo e hice varios arreglos que se perdieron con el golpe. El único que sobrevivió fue el Rondó de Bach y un área de la Flauta Mágica que montamos en París, pero que nunca tuvimos la oportunidad de grabar. El Willy la cantaba (Área de Papageno). El hecho de que Jaime Soto (que después haría el Barroco Andino) fuera mi vecino y mi compañero en el Conservatorio no es ajeno a lo que después el haría por su lado."
"La presencia del tango se debe al mismo Willy que era un excelente cantante de tangos y este talento tenía pleno derecho a exhibirse en el conjunto. Como comenzábamos a viajar muy frecuentemente a Argentina estas interpretaciones tenían mucho sentido. De hecho, cuando volvimos a la Argentina liberada de la dictadura cantamos el tanto Re-volver en el Luna Park y habíamos hecho varios tangos mas en Francia con el Cuarteto Cedrón y sin él."
Agradezco a Don Eduardo por su generosidad en compartirnos estas palabras por el disco Quilapayún 5
Sobre todo lo anterior, nos comenta Don Eduardo Carrasco:
En relación a que fuera el último disco bajo la Odeón "La verdad es que no me acuerdo de este detalle. Nuestras relaciones con la Odeón siempre fueron muy buenas, en particular con Rubén Nouzeilles, su director artístico. Tal vez al final él ya no estaba. No me acuerdo."
En esa época "Nosotros respondíamos con creces al momento político. Participábamos en todas las campañas y siempre estábamos grabando canciones contingentes. Por lo tanto nos sentíamos libres de hacer lo que queríamos en el aspecto musical y artístico. Este disco lo pensamos como una respuesta al prejuicio de que el Quilapayún era un grupo estrictamente político. Nunca fue así y nunca será así porque nuestro propósito esencial es la música. Sinceramente creo que el aporte artístico y musical del Quilapayún fue siempre mucho mas contundente que su aporte político. O en todo caso, se sostiene en él. Creo que la política en cierta medida ha ocultado nuestros valores artísticos. Recién está comenzando a aparecer gente interesada en relevar este aspecto de lo que hemos hecho. Las orquestaciones de Homero Letelier que vamos a presentar en el Municipal van en esa dirección. Y las orquestaciones de su suite Quilapayún confirman todavía más este fenómeno."
"No recuerdo que haya habido ningún lanzamiento (del disco Quilapayún 5). Tampoco eso se usaba mucho en esa época. Los discos aparecían simplemente y como los nuestros no tenían mucha difusión en los medios no tenía mucho sentido hacer lanzamientos."
"En 1971 yo comencé a estudiar composición en el Conservatorio. Eso me acercó al mundo de las partituras y como había algunas muy fáciles de transcribir para nuestros instrumentos, comencé a hacerlo. La idea era acercarnos a la música clásica de este modo e hice varios arreglos que se perdieron con el golpe. El único que sobrevivió fue el Rondó de Bach y un área de la Flauta Mágica que montamos en París, pero que nunca tuvimos la oportunidad de grabar. El Willy la cantaba (Área de Papageno). El hecho de que Jaime Soto (que después haría el Barroco Andino) fuera mi vecino y mi compañero en el Conservatorio no es ajeno a lo que después el haría por su lado."
"La presencia del tango se debe al mismo Willy que era un excelente cantante de tangos y este talento tenía pleno derecho a exhibirse en el conjunto. Como comenzábamos a viajar muy frecuentemente a Argentina estas interpretaciones tenían mucho sentido. De hecho, cuando volvimos a la Argentina liberada de la dictadura cantamos el tanto Re-volver en el Luna Park y habíamos hecho varios tangos mas en Francia con el Cuarteto Cedrón y sin él."
Agradezco a Don Eduardo por su generosidad en compartirnos estas palabras por el disco Quilapayún 5
Lado A:
1. Ausencia, canción (Parada- Carrasco)
2. Las obreras, huayno (Del folklore)
3. Tú, canción ( Eduardo Carrasco)
4. Guarén, estilo de taquirari ( Eduardo Carrasco)
5. Cómo la flor, canción ( Sergio Ortega)
6. Voy y Vuelvo ( E. Carrasco)
Lado B:
1. Tan alta que está la luna, lamento indio (del folklore)
2. Sol del Perú, ( del folklore)
3. Amanda - Ortiga, canciones ( Sergio Ortega)
4. Preludio, instrumental (Juan Sebastian Bach)
5. Vals (Eduardo Carrasco)
6. Cueca de la libertad ( Letra: Cirilo Vila- Quilapayún / Música: Cirilo Vila)
7. La última curda, tango (G. Mateos Rodríguez)
1 comentario:
El disco latinoamericano por excelencia, el tope en sutileza y armonías, una vuelta a los orígenes del Quila, instrumentaciones y textos que lo hermanan al lp del 67.
Último disco latinoamericano, luego se volvieron universales.
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