viernes, 8 de noviembre de 2024

Silvia Urbina: Los Barcos en la Noche. 123.002. CBS. 1969. Chile

 





Las últimas veces que he ido al persa me voy directamente a los cajones de ofertas, y ahí veo que aparece. Y en este caso apareció este disco, el único como solista de Silvia Urbina, que en la segunda década de 1960 se encontraba casada con Patricio Manns quien dirige este disco en su totalidad, y aporta con 5 temas originales de los 12 que componen este LP. 

Es un disco a medio camino entre la música directamente folklórica con voz y guitarra y las canciones acompañadas por orquesta; con buenos arreglos, buenas canciones e interpretaciones.

La tecnología ahora hace que la típica fotografía que hago de los discos tome las palabras de las contratapas y las convierta en texto fácilmente. Razón por lo cual a continuación los dejo con el texto completo:

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Presentación: 

DE LA INTERPRETE: Nacida en VALPARAISO, obtuvo su graduación como Educadora de Párvulos y, paralelamente, siguió los cursos de folklore dictados por Margot Loyola y Violeta Parra en las Escuelas de Verano de la Universidad de Chile. Entonces se incorporó, como integrante fundadora, al Conjunto "CUNCUMEN". En aquella época, aplicando las experiencias recogidas en el extranjero, organizó a "LOS CUNCUMENITOS" el Primer Grupo Folklórico Infantil formado en Chile, notable experiencia pedagógica en que se probó que, desde temprana edad, los niños pueden aprender a danzar, cantar, ejecutar diversos instrumentos vernáculos y componer sus propios temas.

SILVIA URBINA ha realizado numerosas jiras por Europa, Asia, África, América Latina y EE. UU. A pesar de sus largas tareas en el disco, este es su primer LP como solista. En la alta jerarquía de sus cualidades vocales y su experiencia interpretativa, cobran sugestiones emocionantes estas doce canciones destinadas a evocar los mares, los muelles, los hombres y la ondulante e indefinible tristeza de los puertos como su Valparaíso natal.

DE VALPARAISO: De esta manera te veo, cerrando los ojos, abriendo la memoria y no sé por qué presiento que te quiero desde entonces  y hasta tu casa en Valparaíso, con el viento de Valparaíso lleno de barcos, lleno de banderas, de peces que surgen del mar y vuelan a bocanadas grandes por el plan y corre por las calles hundido el viento mojado, lleno de ruidos profundos, de ruidos de naufragios y de los cañonazos de los truenos que dispara el horizonte y que hacen tornar la cabeza hacia el mar a los marineros que, escuchando la radio de la plaza, esperan a unas piernas frente a la Iglesia Matriz. En Valparaíso ocurrieron los mejores años, el peor tiempo nuestro y continuamente estuve viajando en aquella época hacia el puerto, en que todas partes del horizonte se encontraba. Viajaba a las seis de la mañana, en el invierno, con las luces frías de la noche, en el tren y el tren se metía por un largo túnel de viento y ahí iba yo, ahí iba, amor mío, hacia tí, en la bahía. Llegaba hasta ti en el invierno y entonces, allá, tu existencia se abría sobre mí, permanecía cálida, pensativa, con un sol en medio del invierno, con un calor en medio del frío. El invierno oscurecía luego al puerto, lo hundía en el agua ploma, pero yo veía la luz que de ti emanaba sólo para acompañarme y cuando caminaba a tu lado hacia la estación, venía triste, apagado, y te veía lejos ya, llena de luces, a lo lejos, eras mi ciudad y me venía de ti hasta Santiago, sólo para recordarte, y pensaba en ti, que estabas a la orilla del agua, inclinada sobre tu tristeza, hundiendo tus ojos en el mar, por donde pasaban bocabajo los trenes. Mucha tierra quedaba entre las dos ciudades y eso nos separaba con una seguridad enorme y a veces la gente (un poco de tierra cada gente) que también concienzudamente nos separaba. Por eso mismo, te quería más y cada vez tenía que pensar en tí para poder quererte y, sin embargo, todo me daba miedo. Me daba miedo tu casa, en el cerro, donde subí aquella vez con los ojos cerrados, cuando me llevabas a través de la escalera oscura. Entonces me dijiste, buscando un misterio: "No abras los ojos" y después gritaste hacia dentro de la casa: "Mamá, ya está aquí" y tu madre me vió con los ojos cerrados y se puso a llorar y gritaba abajo, en el patio, lavando las copas que sonaban en el agua: “¡Dios mío si fuera ciego!” Así estuve en tu casa y después miré la ventana y supe que por ella te asomabas a verme cuando estaba en Santiago y me asomé y vi que allá en el agua negra, donde se ahogaban las luces, había un buque amarillo y negro tosiendo humo, y arriba, salpicándose en el agua, las alas de las gaviotas, mientras gaviotas de papel cabeceaban sobre las olas. Todos en tu casa hablaron esa tarde de cosas tristes. Tu madre habló de aquel muchacho (¿te acuerdas, amor mío?), que se tiró al mar desde la Roca Feliz. Hacía un año exacto de eso, un invierno exacto. La gente que vivía en los cerros lo vió pasar y después dijo la gente que el muchacho iba cantando y su corbata suelta bailaba una danza fría en el viento del invierno y el viento suelto le azotaba la corbata, la ropa, la canción. Así caminó hasta la Roca Feliz. Era alta y solitaria y el día era nublado y era una tarde llena de invierno la que existía en el mundo. Así habló tu madre esa tarde (y nos inundaba con sus ojos de delgado color verde) y me miraba con fijeza como diciéndome que nunca me matara. Afuera, a lo lejos, en la bahía, hizo sonar su tristeza la Boya del Toro, en medio de la noche negra y mojada, hizo llorar su triste hueso, su cuerno solitario y entonces nosotros tuvimos pena y me vine lleno de amor desolado hasta Santiago.

CARLOS DROGUETT

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Al leer esta presentación uno percibe claramente que este es un disco de invierno, con Valparaíso con botón de fondo, con la niebla, con las sombras, el frío del puerto, a través de la música de Silvia Urbina, Patricio Manns desde este disco de 1969.

La relación entre Silvia y Patricio dejó un hijo, del cual pueden leer su historia en este link https://purochilemusical.blogspot.com/2021/11/la-desconocida-historia-del-hijo-de.html

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Créditos del Disco:

LADO 1

1. LOS BARCOS EN LA NOCHE (Canción de estrado) (Patricio Manns)

2. ME VAN A MANDAR QUEMAR (Cueca) (Del folklore)

3. LOBERO (Sirilla) (Patricio Manns)

4. DIME ADIOS (Vals) (Del folklore) (Recopilación: Gonzalo Manns Ihl)

5. SI LA MAR FUERA DE TINTA (Cueca) (Del folklore) (Recopilación: S. Urbina)

6. SIRILLA TRISTE (Sirilla canción) (Patricio Manns)

Lado 1: Tema 1 Silvia Urbina con Valentín Trujillo y su Orquesta

Tema 2, 4, 5 Silvia Urbina y Conjunto Instrumental

Tema 3 y 6 Silvia Urbina con Los Libertadores


LADO 2

1. BARCAROLA (Canción) (Música: Del folklore / Texto Pablo Neruda)

2. ADIOS QUE SE VA SEGUNDO (Cueca) (Del folklore ) (Recopilación: V. Parra)

3. EL MUELLE DE LOS SUEÑOS (Sirilla canción) (Patricio Manns)

4. LA PARTIDA (Barcarola) (Del folklore) (Recopilación: S. Urbina)

5. LA MAR CUANDO ESTA VARIABLE (Octavas variantes) •(Patricio Manns)

6. RUN RUN SE FUE P'AL NORTE (Rin) (Violeta Parra)

Lado 2: Tema 1 Silvia Urbina con Valentín Trujillo y su Orquesta

Tema 2 y 5 Silvia Urbina y su Guitarra

Tema 3 y 4 Silvia Urbina y Conjunto Instrumental

Tema 6 Silvia Urbina con Patricio Manns y Los Libertadores

REALIZACION GENERAL DE ESTE ALBUM:

CONJUNTO "LOS LIBERTADORES": CARLOS ORTEGA, director; SILVERIO PINTOR, JUAN CASTILLO y MARCELO NUÑEZ

ALBERTO REY: Arpa

ARTURO GIOLITO: Percusión, efectos especiales.

IVAN CAZABONE: Contrabajo.

SERGIO ARELLANO: Piano.

CARLOS ORTEGA: Requinto, cuatro venezolano; tenor.

SILVERIO PINTOR: Guitarra, bombo; tenor.

JUAN CASTILLO: Cuatro venezolano, guitarra; barítono.

MARCELO NUÑEZ: Bombo, caja, música de boca; bajo.

PATRICIO MANNS: Guitarra, charango, tarka, caja.

Ingeniero de Sonido: LUIS TORREJON.

Arreglos vocales: CARLOS ORTEGA.

Arreglos orquestales: VALENTIN TRUJILLO.